domingo, 25 de agosto de 2019

El León enamorado de la hija del Labrador

Reflexiones
El León enamorado de la hija del Labrador
Se había enamorado un león de la hija de un labrador y la pidió en matrimonio.
Y no podía el labrador decidirse a dar su hija a tan feroz animal, ni negársela por el temor que le inspiraba.
Entonces ideó lo siguiente. Como el león no dejaba de insistirle, le dijo que le parecía digno para ser esposo de su hija, pero que al menos debería cumplir con la siguiente condición: que se arrancara los dientes y se cortara sus uñas, porque eso era lo que atemorizaba a su hija.
El león aceptó los sacrificios porque en verdad la amaba.
Una vez que el león cumplió lo solicitado, cuando volvió a presentarse ya sin sus poderes, el labrador lleno de desprecio por él, lo despidió sin piedad a golpes.
Nunca te fíes demasiado como para despojarte de tus propias defensas, pues fácilmente serás vencido por los que antes te respetaban.
Fábula de Esopo
Fuente: www.edyd.com
La fábula de hoy me recuerda la historia del tristemente célebre juez de Israel, Sansón. Al igual que el león de la fábula, este héroe sacrificó aquello que era un don de Dios para bendecir a su nación por un momento de placer y al final, lo perdió todo.
Bueno, en el caso de Sansón (a diferencia del león de la fábula), Dios le concedió una nueva oportunidad de contribuir a la liberación de su nación…aunque a costo de su propia vida.
¿Por qué desperdiciar los dones y talentos que Dios nos ha concedido por un disfrute momentáneo que, a la larga se disipa y nos deja con el sabor amargo de la desilusión?
Consideremos lo que hacemos a la luz de los planes de Dios para nuestra vida y atrevámonos a hacer ajustes. Adelante y que el Señor les bendiga.
1 Timoteo 4:14 No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio.

El Jugador de Fútbol

Un muchacho vivía solo con su padre, ambos tenían una relación extraordinaria y muy especial.
El joven pertenecía al equipo de fútbol americano de su colegio, usualmente no tenía la oportunidad de jugar, bueno casi nunca, sin embargo su padre permanecía siempre en las gradas haciéndole compañía.
El joven era él más bajo de la clase cuando comenzó la secundaria, insistía en participar en el equipo de fútbol del colegio, su padre siempre le daba orientación y le explicaba claramente que “el no tenía que jugar fútbol si no lo deseaba en realidad” Pero el joven amaba el fútbol, no faltaba ni a una practica ni a un juego, estaba decidido a dar lo mejor de sí, se sentía felizmente comprometido!.
Durante su vida en secundaria, lo recordaron como el calentador de bancas, debido a que siempre permanecía sentado… Su padre con su espíritu de luchador, siempre estaba en las gradas, dándole compañía, palabras de aliento y el mejor apoyo que ningún hijo podía esperar. Cuando comenzó la universidad, intentó entrar al equipo de fútbol, todos estaban seguros de que no lo lograría, pero a todos venció, entrando al equipo.
El entrenador dio la noticia, admitiendo que lo había aceptado además por como él demostraba entregar su corazón y su alma en cada una de las prácticas y al mismo tiempo le daba a los demás el entusiasmo perfecto. La noticia llenó por completo su corazón, corrió al teléfono más cercano y llamó a su padre, quien compartió con él su emoción. Le enviaba en todas las temporadas todas las entradas para que asistiera a todos los juegos de la universidad.
El joven atleta era muy persistente, nunca faltó ni a una práctica ni a un juego durante los 4 años de la universidad y nunca tuvo el chance de participar en ningún juego!.
Era el final de la temporada y justo unos minutos antes que comenzará el primer juego de la eliminatoria, el entrenador le entregó un telegrama, el joven lo tomó y luego de leerlo quedó en silencio… y temblando le dijo al entrenador: “mi padre murió esta mañana, ¿no hay problema de que falte al juego?, el entrenador le abrazó y le dijo “toma el resto de la semana libre hijo y no se te ocurra venir el sábado”
Llegó el sábado y el juego no estaba muy bien en el tercer cuarto, cuando el equipo tenía 10 puntos de desventaja, el joven entró al vestuario y calladamente se colocó el uniforme y corrió hacía donde estaba el entrenador y su equipo, quienes estaban impresionados de ver a su luchador compañero de regreso, “entrenador, por favor permítame jugar, yo tengo que jugar hoy” imploró el joven, el entrenador pretendió no escucharlo, de ninguna manera él podía permitir que su peor jugador entrará en las eliminatorias, pero el joven insistió tanto que el entrenador sintió lastima y aceptó: “Ok hijo puedes entrar, el campo es todo tuyo, dijo minutos después el entrenador.
El equipo y el público, no podían creer lo que estaban viendo, un pequeño desconocido que nunca había participado en un juego, estaba haciendo todo perfectamente brillante, nadie podía detenerlo en el campo, corría fácilmente como toda una estrella, su equipo comenzó a ganar, hasta que empató el juego.
En los segundos de cierre, el muchacho interceptó un pase y corrió todo el campo hasta ganar con una anotación, la gente que estaba en las gradas gritaba emocionada, su equipo lo llevó cargado por todo el campo, finalmente cuando todo terminó, el entrenador notó que el joven estaba sentado calladamente y sólo en una esquina, se acercó y le dijo: “muchacho no puedo creerlo, estuviste fantástico”, dime ¿cómo lo lograste?, el joven miró al entrenador y le dijo: “usted sabe que mi padre murió… ¿pero sabía que mi padre era ciego?, el joven hizo una pausa y trato de sonreír… “Mi padre asistió a todos mis juegos, pero hoy era la primera vez que él podía verme jugar… y yo quise mostrarle que si podía hacerlo”… .
Así que recuerda: Siempre existe alguien que está orgulloso de ti, piensa en ti, quiere estar a tu lado, quiere sujetar tu mano, quiere que te encuentres feliz, quiere abrazarte, admira tu fortaleza, no le gusta verte sufrir, te ama por quien eres, te considera un tesoro, confía en tí y sobre todo te considera su hijo. Sabes de quién hablo? no está de más decirte que el Padre Celestial está sentado en su trono observándote y cuidándote.
Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres;
1 Pedro 5:7

domingo, 4 de agosto de 2019

¿Se casó alguna vez Jesús? ¿Tuvo hermanos carnales?

La respuesta que da la Biblia

Es cierto que la Biblia no especifica el estado civil de Jesús, pero sí da claros indicios de que era soltero. * Veamos algunos de ellos.
  1. La Biblia habla a menudo de la familia de Jesús, así como de ciertas mujeres que lo acompañaron durante su ministerio y que estuvieron con él cuando fue ejecutado. Sin embargo, en ningún lugar indica que tuviera esposa (Mateo 12:46, 47; Marcos 3:31, 32; 15:40; Lucas 8:2, 3, 19, 20; Juan 19:25). Si la Biblia no dice nada al respecto, lo más lógico es pensar que Jesús nunca se casó.
  2. Al hablar de la soltería, el propio Jesús hizo esta recomendación: “Quien pueda hacer lugar para ello, haga lugar para ello”. Él sabía que una persona soltera puede hacer más en el servicio a Dios (Mateo 19:10-12). De hecho, él vivió según esa recomendación, y así puso un modelo para quienes deciden no casarse con el objetivo de servir más plenamente a Dios (Juan 13:15; 1 Corintios 7:32-38).
  3. Justo antes de morir, Jesús se encargó de que alguien cuidara de su madre (Juan 19:25-27). Si Jesús se hubiera casado o hubiera tenido hijos, no hay duda de que también se habría asegurado de que alguien cuidara de su esposa o de sus hijos.
  4. La Biblia da el siguiente consejo basado en el ejemplo de Jesús: “Esposos, continúen amando a sus esposas, tal como el Cristo también amó a la congregación y se entregó por ella” (Efesios 5:25). Cabe señalar que en este versículo no dice “tal como el Cristo también amó a su esposa”. Si Jesús hubiera estado casado, ¿no habría dicho la Biblia que los esposos deberían tratar a sus esposas tal como él trató a la suya?

¿Tuvo Jesús hermanos carnales?

Jesús sí tuvo hermanos. La Biblia menciona a cuatro varones: Santiago, José, Simón y Judas, e indica que tuvo al menos dos hermanas (Mateo 13:54-56; Marcos 6:3). Todos eran hijos biológicos de José y María, la madre de Jesús (Mateo 1:25). Y lo que es más, la Biblia dice que Jesús era “el primogénito” de María, es decir, su primer hijo. Esta expresión indica que ella tuvo más de un hijo (Lucas 2:7).

Ideas erróneas sobre los hermanos de Jesús

Hay quienes afirman que María siempre fue virgen, y para defender esa idea, le dan otros sentidos a la palabra hermano. Por ejemplo, algunos creen que José ya tenía hijos antes de casarse con María y que, por tanto, los hermanos de Jesús en realidad eran sus hermanastros. Ahora bien, la Biblia dice que Jesús tenía el derecho legal a heredar el reino que Dios le había prometido a David, un antepasado de José (2 Samuel 7:12, 13; Lucas 1:32). Si José hubiera tenido hijos mayores que Jesús, el mayor de todos habría heredado ese derecho.
Otras personas dicen que los hermanos de Jesús en realidad eran sus discípulos, sus hermanos espirituales. Sin embargo, Juan 7:5 dice que “sus hermanos [...] no ejercían fe en él”. La Biblia hace una clara diferencia entre los hermanos de Jesús y sus discípulos (Juan 2:12).
Según otra teoría, los hermanos de Jesús en realidad eran sus primos. Pero eso tampoco es cierto, pues las Escrituras Griegas utilizan palabras diferentes para hermano, primo y pariente (Lucas 21:16; Colosenses 4:10). Muchos expertos reconocen que cuando la Biblia habla de los hermanos y hermanas de Jesús se refiere a sus hermanos carnales. Por ejemplo, el Comentario exegético al texto griego del Nuevo Testamento, de Samuel Pérez Millos, dice sobre la palabra hermanos: “En el contexto natural el sustantivo tiene que ver con hermanos reales, que incluye también a los medio-hermanos, es decir, en el caso de Jesús hermanos de madre”. *
Tomado de: www.jw.org